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Una mujer con convicción

En la mañana del 19 de enero fue certificada en la Terminal de Contenedores de Mariel la primera mujer operadora de montacarga especial de contenedores y de grúas RMG.

  Luego de que Yaquelín Cruz Arozarena mostrara su interés por prepararse como operadora, el Centro de Capacitación de la Empresa organizó un plan de entrenamientos para la trabajadora, el cual comenzó a cumplir en su tiempo de descanso.

  Una vez revelada la destreza de Yaquelín, su disciplina, su compromiso y su disposición para el trabajo, fue liberada de sus funciones como Técnico en Sistemas de Video Vigilancia para dedicarse, entonces por entero, a los entrenamientos en la grúa RMG del patio ferroviario.

  En poco menos de un mes, la joven, enfermera intensivista de profesión, adquirió las habilidades necesarias para el manejo del equipo de forma segura.   Yaquelín Cruz Arozarena cumplió satisfactoriamente su programa de estudios y de entrenamientos y hoy, para orgullo de nuestra Terminal, transgrede las barreras y se convierte en la primera fémina operadora de grúas de cuarenta toneladas.   La certificación se realizó mediante un entrenamiento del proceso de carga y descarga de contenedores de cuarenta y de veinte pies, desde la plancha ferroviaria a la cuña tractora y viceversa.   El examen práctico para el cumplimiento de las dinámicas realizadas fue muestra de precisión y de dominio de los parámetros técnicos del equipo para el trabajo seguro.    La dedicación y los deseos de crecerse fueron esenciales a la hora de llevar al éxito a Yaquelín Cruz Arozarena, una mujer que es muestra de superación. El colectivo de operaciones la acogió con prontitud y apoyó en su formación, haciendo de ella una más del equipo, asegura su instructor Arnaldo Yuniel Herrera Montejo, quien manifiesta orgullo de haberla acompañado durante su aprendizaje.    ¨La grúa RMG es mi primer paso en el patio de operaciones, pues tengo clara intención de llegar a operar las grúas de muelle RTG y STS¨, fueron palabras de Yaquelín, quien es ejemplo para todas las mujeres que imaginaban que los equipos pesados eran solo tarea de hombres. Historias como esta suelen ser contadas desde cada profesión u oficio. Lo importante es hacerlas nuestras en el día a día, tocarlas con la mano; porque mujeres como Yaquelín no entienden de IMPOSIBLES.